Fachada occidental del Casón del Buen Retiro.
Autor: Jonás Bel. ©2023 Dirección General de Patrimonio Cultural. Ayuntamiento de Madrid
Las labores de Ricardo Velázquez Bosco en el Casón del Buen Retiro tienen lugar justo después de que el complejo sufriese importantes destrozos a causa del violento huracán que se produjo el 12 de mayo de 1886. El arquitecto recibió la encomienda de rehabilitar todos los desperfectos sufridos, con el especial reto de idear prácticamente por completo toda la fachada occidental, que había sido la zona más afectada.
Entre mayo y junio de 1886, Velázquez Bosco presentó los primeros presupuestos para la construcción de andamiajes, la demolición de zonas ruinosas, la reposición de cristales y la construcción de retretes, puesto que el complejo no contaba con este servicio. El proyecto definitivo de restauración lo presentó en enero de 1887, pudiendo apreciarse dos partes sustanciales: por un lado, las reparaciones menores, y, por otro lado —y de mayor calado— la realización de la fachada de Occidente.
Velázquez Bosco replanteó la fachada occidental prácticamente en su totalidad, dotándole de mayor monumentalidad. Sustituyó el cuerpo central por un pórtico, ligeramente retranqueado entre los cuerpos laterales, formado por cuatro columnas estriadas de orden jónico y dos pilastras dóricas adheridas a los pabellones laterales; todo ello rematado por el cornisamento habitual. Para salvar el desnivel que presentaba la calle en relación con la planta del edificio descartó disponer una escalinata frontal de acceso —recurso constructivo presente en la fachada de Oriente— para instalar dos escaleras interiores de acceso, situadas detrás de las pequeñas puertas laterales, ubicas a ambos lados inferiores de la fachada. Con este recurso, el arquitecto lograba mantener la armonía.
Con la fachada occidental del Casón del Buen Retiro Ricardo Velázquez Bosco consiguió una de las mejores composiciones clasicistas a nivel nacional. La simetría presente entre las líneas horizontales y la ligereza de las verticales a la hora de reducir la carga del retranqueo central se resuelve con especial detalle y maestría. De este modo, una intervención que comenzó como una restauración forzosa ha devenido en una de las fachadas clásicas más ilustres de Madrid.
En la actualidad, el Casón del Buen Retiro forma parte del campus del Museo Nacional del Prado y aloja la biblioteca y el Centro de Estudios del Prado.