En 1891 Ricardo Velázquez Bosco asume la labor de retomar la construcción de un edificio para el Ministerio Fomento, idea que había comenzado con un primer proyecto de Álvarez Capra para un solar segregado de los terrenos del Real Jardín Botánico. Tras una década de desacuerdos entre la Administración y los sucesivos arquitectos que replantearon el edificio para distintos usos, Velázquez Bosco fue responsable de su definitiva ejecución. El inmueble debía alojar a las tres Direcciones de Obras Públicas, Instrucción Pública y Agricultura, así como el Instituto Geográfico, las Inspecciones de Primera Enseñanza y la Junta Consultiva de Minas.

La construcción, de planta rectangular y cuatro alturas, consta de dos patios de luces, cerrados por una armadura de hierro inclinada a cuatro aguas y una cubierta de cristal estriado. La comunicación entre los distintos pisos se distribuye a través de cuatro escaleras; la principal, de mármol, solamente conduce a la primera planta.

Destaca de la obra de Velázquez Bosco el pórtico de acceso, articulado como un cuerpo central de piedra blanca, con dos llamativas cariátides —obra de José Alcoverro— que enmarcan la puerta y, sobre éstas, un balcón con ocho columnas estriadas que aportan el gusto clásico. El conjunto confiera al edificio su adecuada representatividad.

En el resto de la fachada, a ambos lados del pórtico central, destaca el empleo del ladrillo fino —seña de identidad del arquitecto—presente en las dos plantas inferiores, resueltas con una sucesión de arcos de medio punto con las claves en porcelana esmaltada, al igual que los restantes adornos. Por su parte, las dos plantas superiores presentan vanos rectangulares, en el caso del nivel más bajo acompañados por dobles pilastras de piedra blanca con decoraciones en cerámica situadas en el espacio intermedio.

En la decoración exterior del edificio destacan igualmente los bajorrelieve, obra de Ricardo Bellver —autor también del escudo que corona el cuerpo principal—, Ángel García y Daniel Zuloaga.

A nivel pictórico, las decoraciones del interior presentes en la bóveda de la escalera son ejecución de Alejandro Ferrant y de Manuel Domínguez las de los lunetos.

La inauguración del edificio acaeció en 1897, pero todavía se realizaron diversas fases de obra con posterioridad a esta fecha. La aprobación del presupuesto para la realización de la escalera principal en mármol llegó dos años más tarde. Una vez terminada la escalera, fue también decisión de Velázquez Bosco disponer el cerramiento de verja alrededor del perímetro del solar para el año 1899. La decoración del techo del despacho del ministro de Agricultura fue encargo de 1903 al artista Juan Comba, con motivo alegórico de la Agricultura, la Industria, el Comercio y las Obras Públicas. Además, continuaron un vasto número de remodelaciones menores y la habilitación de servicios eléctricos, técnicos, de calefacción, etc.

Entre todos los añadidos posteriores, llama la atención el remate escultórico tan característico del Palacio de Fomento. En los proyectos de Velázquez Bosco no se contemplaba tal remate, por lo que cabe la duda de que no fuera una decisión suya. Sin más, el grupo escultórico de La Gloria y los Pegasos, elaborado en mármol de Carrara por el escultor catalán Agustín Querol, fue dispuesto en el año 1905. Sin embargo, lo que hoy observamos es una réplica en bronce, obra de Juan de Ávalos.

Paseo de la Infanta Isabel, 1, 28014 Madrid